Las adicciones no son ningún desconocido, aunque es probable que no las hayas sufrido ni conozcas a nadie en tu entorno que lo haya hecho, seguro que podrías recordar a alguien que ha pasado por ese trance. Es un asunto complicado de tratar, no sólo a nivel psicológico, sino en otros muchos aspectos, ya que afecta por completo a la vida de quien se encuentra inmerso en ellas.
Desde Tu Psicoayuda vamos a explicarte en qué consisten exactamente, y como siempre te hablaremos de sus causas y consecuencias, de sus síntomas, tipologías y de cuáles son más frecuentes. ¿Lo más importante de todo? Cómo tratarlas, algo que también explicaremos.
¿Qué son las adicciones?
Una adicción es una enfermedad que consiste en la necesidad patológica de alivios o recompensas a través de diversas sustancias o acciones. Se trata de una enfermedad crónica, de ahí que cuando hayas escuchado hablar a cualquier persona adicta casi siempre comente que lo seguirá siendo toda su vida.
Llegados a este punto, debemos incidir en que se trata de algo patológico, es decir, que incluye la imposibilidad de controlar la necesidad por conseguir ese alivio: un deseo irrefrenable que imposibilita la abstención.
Es evidente que existen adicciones que revisten una mayor gravedad que otras, por las consecuencias que acarrean o por la necesidad de tratamiento. En cualquier caso, lo que se puede asegurar sin lugar a duda es que jamás ninguna será positiva; ni siquiera cuando la sustancia o la conducta en cuestión lo sean, puesto que cuando pasan a vivirse como una adicción dejan de ser beneficiosos automáticamente.
%27%20fill-opacity%3D%27.5%27%3E%3Cellipse%20fill%3D%22%23360000%22%20fill-opacity%3D%22.5%22%20rx%3D%221%22%20ry%3D%221%22%20transform%3D%22matrix(-489.52175%20-61.70525%2017.25376%20-136.87797%20253%20397.3)%22%2F%3E%3Cellipse%20fill%3D%22%23d2dee9%22%20fill-opacity%3D%22.5%22%20rx%3D%221%22%20ry%3D%221%22%20transform%3D%22rotate(14.2%20-82%201399.5)%20scale(492.99488%20166.49595)%22%2F%3E%3Cellipse%20fill%3D%22%234a0000%22%20fill-opacity%3D%22.5%22%20rx%3D%221%22%20ry%3D%221%22%20transform%3D%22matrix(289.24438%2011.26931%20-3.56934%2091.61253%20121.3%20373)%22%2F%3E%3Cellipse%20fill%3D%22%23ac6411%22%20fill-opacity%3D%22.5%22%20rx%3D%221%22%20ry%3D%221%22%20transform%3D%22rotate(-81.5%20217.6%2050.3)%20scale(47.9386%20322.58353)%22%2F%3E%3C%2Fg%3E%3C%2Fsvg%3E)
¿Cuáles son las causas de una adicción?
Cuando hablamos de las causas de una adicción es complicado señalar aspectos concretos, no porque no los haya, sino porque se trata de las circunstancias particulares de cada paciente y pueden variar mucho de unos a otros. En algunas situaciones los causantes son evidentes y te parecerían más que comprensibles, mientras que en otras puede que los veas insuficientes o incluso absurdos, pero para quien las ha vivido no lo son en absoluto.
Recuerda que la percepción y las emociones son mecanismos individuales muy específicos de cada persona, y que esto influye mucho en cómo reaccionamos ante determinadas situaciones o estímulos. Por ese motivo, la personalidad es uno de los condicionantes a la hora de presentar cualquier adicción. A partir de ahí, aspectos como las vivencias de cada cual, como pueden ser los traumas, podrán influir en mayor o menor medida, pero nunca serán el único causante de una adicción.
Aspectos como la baja tolerancia a la frustración, los problemas de autoestima e inseguridades profundas o la incapacidad para gestionar adecuadamente los sentimientos, pueden facilitar un trastorno de adicción. También se habla en algunos casos de predisposición genética y, por supuesto, de vulnerabilidades psicológicas en general que pueden generar una respuesta emocional disfuncional buscando determinadas sensaciones.
Consecuencias de sufrir una o varias adicciones
El problema de sufrir una adicción ya no es la enfermedad en sí, que ya es bastante problemática, es que además puede generar un inmenso número de afecciones, tanto en la salud física como en la salud mental. Por otro lado, el mero hecho de tener que consumir determinadas sustancias o llevar a cabo comportamientos de manera compulsiva es otra de las consecuencias, puesto que suele convertirse en el aspecto principal de la vida del adicto.
Y es que la gran mayoría de sustancias que generan adicción suelen ser perjudiciales para nuestro organismo en mayor o menor medida, más aún cuando se abusa de ellas, que precisamente es una de las características de este problema. Lo mismo ocurre con las adicciones comportamentales, que acaban por generar, como mínimo, daños psicológicos de carácter más o menos grave. Por último, ni que decir tiene que cuando hablamos del embarazo las adicciones pueden resultar fatales
Síntomas más habituales en una persona adicta
Hay diversos factores comunes que tienden a desarrollarse en quienes sufren adicciones, como son el insomnio, la ansiedad, el aislamiento social, los problemas en las relaciones interpersonales, tanto familiares como sociales, o los cambios bruscos de humor que implican estados de ánimo extremos como la euforia, la irritabilidad o la tristeza profunda.
El nerviosismo y la inquietud son también patrones habituales entre los adictos, sobre todo en aquellos momentos que sufren la abstinencia. Las obsesiones, vivir en un autoengaño constante y el deterioro físico mencionado anteriormente entre las consecuencias habituales, son otros síntomas que se observan con frecuencia.
Tipos de adicciones
A la hora de hablar de los distintos tipos de adicciones que podemos encontrar, cabe señalar dos clasificaciones diferentes. Por un lado, hablamos de lo que vive cualquier afectado, que se corresponde con dos variantes que conviven -sobre todo cuando se trata de sustancias- en muchos casos: la adicción física y la adicción psicológica. En segundo lugar, hablamos de la naturaleza de esos alivios o recompensas a los que recurren estas personas, donde podemos observar las sustancias, los comportamientos y las emociones.
Es importante tener en cuenta que ninguna de las tipologías que presentamos a continuación es eliminatoria. Tanto las que hacen referencia a la naturaleza de la adicción, como las que se centran en su procedencia, pueden darse al mismo tiempo que cualquiera de las otras.
Adicción física
La adicción física es aquella que el cuerpo de un individuo siente hacia una sustancia en particular, de tal manera que puede llegar incluso a encontrarse mal cuando no puede consumirla. La tolerancia de un organismo hacia cualquier sustancia aumenta cuanto mayor sea su consumo, por lo que cada vez se necesitará en mayor medida.
Lo que conocemos como el síndrome de abstinencia -que incluye malestar general, temblores, mareos y problemas gastrointestinales- también afecta a nivel físico y puede tener graves consecuencias en nuestro organismo, ya que por muy perjudicial que sea una sustancia, si el cuerpo la recibe de manera constante y se acostumbra a ella puede llegar a necesitarla para funcionar.
Adicción psicológica
Cuando el consumo de cualquier sustancia o la práctica de algún comportamiento pasan a ser habituales y posteriormente generan una dependencia, la necesidad se convierte en una adicción psicológica.
Generalmente los comienzos de una adicción, o más bien los momentos previos, suelen resultar agradables cuando el consumo tiene lugar, pero se tornan realmente tormentosos cuando la dependencia es insoportable -llegando a sobrepasar serios límites por conseguir saciarla-. Así pues, lo que siente a nivel psicológico y emocional una persona adicta -algo que se da en el 100% de los enfermos-, se conoce como adicción psicológica.
Adicciones a sustancias
Las adicciones a diversas sustancias son las más conocidas a nivel social, puesto que cuando alcanzan ciertos niveles o se perpetúan en el tiempo sin ningún tratamiento son perfectamente perceptibles físicamente. Al mismo tiempo y por los mismos motivos, también son las más complicadas de ocultar de cara al entorno más cercano.
Cuando hablamos de adicción a sustancias no nos referimos únicamente a las más conocidas, como el alcohol, las drogas de todo tipo o el tabaco. Existen otras adicciones menos conocidas y tan habituales como éstas, pero quizás los daños que provocan son menos evidentes o tienen lugar más a largo plazo.
Aparte de los problemas de salud que puedan generar, cabe señalar que la inmensa mayoría de sustancias que pueden crear adicción suelen generar los dos tipos mencionados anteriormente. Cuando hablamos de afecciones psicológicas, no nos referimos únicamente a las que provocan aquellas sustancias que provocan alucinaciones y otros resultados similares durante su consumo, sino también a la propia dependencia, que como señalamos es física y psicológica.
Adicciones emocionales
En este caso hablamos, evidentemente, de adicciones exclusivamente psicológicas. Se trata de un problema de salud mental que tiene lugar cuando creamos una dependencia a alguien o algo, aunque generalmente ocurre hacia otras personas. Sucede con frecuencia en relaciones tóxicas, ya sean de amistad, de pareja o familiares, cuando una persona llega a creer incluso que no puede vivir sin la otra.
Adicciones conductuales o comportamentales
Quien tiene una adicción de tipo conductual presenta una dependencia hacia un comportamiento concreto. Son tan habituales como las adicciones a sustancias, aunque menos evidentes porque no tienen porqué deteriorar el físico -más allá de la dejadez estética que algunos individuos pueden mostrar como consecuencia-.
Lo que sí ocurre de manera tan habitual como en los casos de adicción a sustancias, es la aparición de problemas en las relaciones interpersonales. Cuando una persona se convierte en adicta, su necesidad por satisfacer sus deseos va más allá de cualquier tipo de relación e intenta conseguirlo a toda costa, incluso por encima de sus seres queridos. La puesta en práctica de determinadas conductas de manera compulsiva y descontrolada puede ocasionar serios daños psicológicos, además de grandes pérdidas económicas en algunos casos.
¿Qué adicciones se sufren más comúnmente?
A continuación, vamos a hacer un repaso de las adicciones más habituales que podemos observar en la sociedad y tratar en cualquier consulta psicológica o psiquiátrica. Aunque la distinción resulta obvia, es interesante indicar que dentro del siguiente listado se pueden encontrar tanto adicciones a sustancias -las que aparecen en primer lugar-, como adicciones comportamentales.
El alcohol
El alcoholismo es una de las adicciones más frecuentes que podemos observar. Es más común de lo que parece, ya que generalmente asociamos este problema con la típica imagen del borracho, pero hay mucha gente que la sufre de manera menos notoria e igual de perjudicial. Tal vez el hecho de que sea una sustancia legal y concebida de un modo positivo en algunos ámbitos sociales haya propiciado que ésta sea una de las dependencias más comunes.
Los daños que puede provocar en nuestro organismo el consumo elevado y continuado de alcohol están más que demostrados. Es más, no se trata únicamente de los problemas que aparecen con su ingesta, sino que el síndrome de abstinencia que sufre una persona alcohólica es uno de los más dañinos que se conocen, llegando incluso a provocar la muerte.
Los efectos a los que nos referimos pueden ser devastadores a nivel físico y psicológico, desde la simple pérdida del equilibrio y las dificultades en el habla -con las que tantas veces hemos bromeado- a enfermedades severas como el cáncer -en varios órganos- y numerosas afecciones en el hígado, como la cirrosis o la hepatitis. Los problemas cognitivos o la agresividad son algunas de las consecuencias psicológicas más importantes que se dan con esta enfermedad crónica.